jueves, 28 de junio de 2012

La luna y la estrella


(Microrrelato inspirado -que no basado- en un hecho real).

-O sea, que estás enamorado de Diana...- repitió Estela esforzándose en disimular su desengaño.

-No se lo cuentes, por favor- rogó Lorenzo con un guiño de complicidad.- Confío en tu discreción como mejor amiga.

-Descuida- aseguró ella.

Por espacio de breves minutos se dedicaron a contemplar el firmamento nocturno mientras meditaban para sí en silencio sentados en el césped, él con mirada soñadora y ella con expresión abatida.

-¿Ves esa gigantesca y luminosa luna? Para mí representa a Diana- comentó Lorenzo suspirando en un rapto de inspiración.- ¿Y esa estrella chiquitita que titila débilmente junto a ella? Ésa eres tú- añadió complacido, convencido de que Estela se sentiría orgullosa de recibir semejante cumplido.

Pero ella se giró despacio, lo fulminó con la mirada y airadamente le espetó:

-Ese satélite al que te refieres te produce la impresión de ser enorme a causa de la proximidad desde la que lo observas y debe su resplandor al reflejo que proyecta el sol sobre él. En cambio, ese astro que describes como diminuto, te lo parece así por el efecto de los millones de años luz de distancia que te separan. Además, al contrario que la luna, la estrella sí brilla con luz propia.

Y dejando a Lorenzo perplejo, se levantó con gesto digno y se marchó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario